31 dic 2012

Diseño de la instalación 20 años ASF España


En ocasión de la exposición que celebraba los 20 años de actividad de la ONG Arquitectos Sin Fronteras España, hemos realizado una instalación en la sala Picaso del Colegio de Arquitectos de Cataluña a Barcelona. Y como hemos comentado en el post anterior “Expo 20 añosArquitectos Sin Fronteras”, el objeto principal de la instalación se ha planteado como un NIDO. Este define el espacio y es la pieza central, el hilo conductor de la instalación.


A una fase inicial que ha permitido definir el nido como concepto ha seguido el trabajo en grupo del diseño y la experimentación para llegar a su realización y construcción. Este proceso de creación ha pasado por diferentes fases desde la definición de los materiales, la configuración morfológica del espacio, hasta la definición del proceso constructivo.



En el diseño de la instalación hemos tenido claro, desde un principio, que el espacio no tenía que representar un condicionante formal. Hay una intención muy clara de integrar la guía de techo parcialmente electrificada como parte de la estructura que planteamos, como también alejarnos de los elementos verticales. El objetivo era crear un espacio integrado en el recinto pero que, al mismo tiempo, tuviese un carácter independiente en relación al resto de elementos. Así como un nido en la naturaleza, el nido de la instalación se adapta y optimiza el espacio de la sala.




La estructura que construye el nido se ha dividido en dos jerarquías de cuerdas: unas principales: más gruesas (1 cm diámetro) que trabajan como líneas guías de la instalación, y unas secundarias, más finas (0,5 cm diámetro) que densifican el nido y tensan el sistema. Las cuerdas principales definen las direcciones primarias y trabajan como elementos fijos del diseño. Las secundarias no necesitan de un control en su ubicación, es decir, se colocan las cuerdas sin seguir una dirección concreta o un recorrido predeterminado. Su distribución será por lo tanto espontánea, mientras se controla su densidad dependiendo del efecto final del conjunto. Además, no sólo aportan un factor estético sino también uno estructural, ya que son los elementos que acaban de tensar el conjunto.



En el espacio de la sala se sitúan las bobinas que marcan el recorrido de la exposición y actúan como peso hacia abajo para las cuerdas. De ellas se fijan las cuerdas principales siguiendo unos principios geométricos predefinidos. Las cuerdas salen tensada hacia la guía del techo donde empiezan también a entrelazarse las cuerdas secundarias. Entonces las cuerdas fijadas a las guías del techo se cruzan y tensan entre sí, formando un cobijo que evoca el concepto de nido. De esta forma la morfología del nido sube hacia el techo envolviendo el espectador en una forma orgánica.



El proceso de diseño ha sido en todo momento participativo entre los voluntarios del grupo: las primeras reuniones se basaron en la búsqueda de ejemplos en una dinámica de brainstorming, teniendo siempre presente el concepto del NIDO como hilo conductor de la instalación. Las referencias han tenido el doble objetivo de construir una imagen espacial común entre todos y evaluar las diferentes posibilidades de materialización

La intención es crear una atmósfera de cobijo a partir de una estructura que nos permita un montaje/desmontaje rápido y económico. Con esta premisa, hemos priorizado elementos ligeros que fuesen fáciles de manejar y transportar. Una vez elegidas las cuerdas como elemento principal, se ha definido un sistema constructivo de una malla en el espacio para formar el nido. Esta malla se constituye por diferentes cuerdas que se entrelazan en el espacio, por lo que hemos tenido que estudiar el comportamiento de las cuerdas y su posición en el espacio de la instalación. Y para poder experimentar con distintos materiales y técnicas, hemos realizado una jornada de trabajo donde hemos trabajado con diferentes tipos de cuerdas (distinto grosor, material, etc.). Este workshop nos sirvió para materializar los conceptos pensados hasta el momento y poner en práctica las técnicas de unión y montaje.



En paralelo para definir el diseño del espacio de la instalación se ha trabajado previamente con una maqueta a escala 1:20. Esta nos sirvió de base para definir el desarrollo espacial de las cuerdas principales, la colocación de la pantalla y definir la colocación de las bobinas. En particular estas últimas son un elemento fundamental de la instalación ya que son los pesos que fijan al pavimento las cuerdas.



En la fase del montaje se han simplemente respectados los principios de base definidos previamente. Se han preparado y colocados las bobinas en horizontales y verticales desde las cuales salen las cuerdas principales hacia el techo. Estas tienen diferentes niveles de tensión (de tensa a floja) y se superponen entre sí, para conseguir luego una mayor tridimensionalidad. En la construcción del entramado se ha tenido en cuenta que la posición inicial de una cuerda será diferente de su posición final. Esto porque la cuenta una vez tensada y unida con otra, se moverá en el espacio y en general todo el sistema de cuerdas se va ajustando y moviendo a lo largo del proceso de montaje hasta llegar a su configuración final.


Equipo:
Xavi Codina - Sergi Frías - Ludovica Rossi - Júlia Valldolitx - Laurens Schocher - Nikita Routchenko - Helena Battestini - Guiomar Grande - Júlia Vallejo

Montaje:
Ludovica Rossi - Júlia Valldolitx - Laurens Schocher - Nikita Routchenko - Helena Battestini - Eva Szymczyk - Lina Gast Matiz - Anatolie Capatina - Monica Chiriac

Agradecimientos
Bruno Ollé y Sandra Bestraten


Nessun commento:

Posta un commento